" En el momento de nuestro nacimiento, cuando asomamos por el canal del parto y recibimos la primera luz, también recibimos las múltiples expresiones de ésta a través de los rayos cósmicos que se cuelan entre los cuerpos celestes en movimiento en torno a la tierra... Esas manifestaciones de luz/oscuridad forman una aureola que envuelve nuestro Ser y lo da forma en esta dimensión, aporta propósito, dones y sobre todo facilita una vía de expresión única del Todo. Cada uno de nosotros somos un rayo único que forma la aureola de ese Uno cósmico y nacemos en un momento preciso para aportar nuestra propia cualidad de luz a ese Todo...
Esos pequeños portales de luz nos proporcionan unas cualidades individuales para caminar el sendero que hemos elegido desde el alma en la presente vida: De acá recibimos voluntad y perseverancia, de allá sensibilidad hacia los otros seres, de ese otro rayo la capacidad de conectar pensamiento y emociones... Todo se relaciona en el centro de nosotros mismos, entrecruzándose y manifestando una expresión q interactúa con la de los demás seres que conviven a nuestro lado.
Así, los Portales de la Luz son muchos y los seres humanos tenemos la oportunidad de cruzar unos pocos, de saltar de éste a aquel, de tomar unas vacaciones en uno de otro ser, podemos quedarnos a vivir para siempre o trascender. Quien sabe: La Luz existe, no vive. Vivir es nuestro don."
15 noviembre 2007
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